Su pasión por el vino llevó a José Dieste, gerente de la vinoteca Derby en Vilagarcía de Arousa, a fundar Castes, la Feria de Vino Independiente que este año celebra su V edición y que ejerce de punto de encuentro entre los profesionales del sector vitivinícola y de puerta de entrada para la sociedad. Conocemos de primera mano todas las novedades de la Feria que se celebrará el 27 de noviembre en la Plaza de Abastos de Vilagarcía de Arousa.
¿Cuáles son las novedades más destacadas de la quinta edición de la Feria Independiente de Vino?
La novedad más importante es, sin duda, la inclusión de una nueva categoría: la del champagne, con la participación de bodegas dedicadas exclusivamente a este producto. En esta nueva edición también hemos incluido un intenso programa de talleres profesionales sobre distintos temas, lo que amplia la oferta para el público especializado.
Además, celebraremos un túnel del vino que permitirá acceder, el fin de semana siguiente, a un resumen con todos los productos participantes. Y retomamos el Wine Fest, un festival que aúna vino y música, y que promueve la cultura del vino entre la ciudadanía. Tanto al túnel del vino como a la Wine Fest se puede acceder sin entrada, con previa inscripción.
¿Qué significa Castes para la ciudadanía de Vilagarcía de Arousa?
Castes les brinda la oportunidad a los arousanos de conocer de primera mano proyectos profesionales de toda Galicia, España, Italia, Francia y Portugal. Estamos en una zona productora de vino, pero en la que todavía no se ha asentado esta cultura, por lo que el objetivo es que la sociedad desarrolle una cierta sensibilidad respecto a este producto. Además, con esta Feria situamos a Vilagarcía de Arousa en el mapa del sector del vino.
En este caso, tras unos años en los que la pandemia nos impidió continuar con el modelo de feria que estábamos desarrollando, Castes vuelve en esta edición con un formato en el que se promueve la interacción entre bodegueros, distribuidores y profesionales del sector.
¿Cuál es la receta del éxito de Castes?
Lo definiría con dos palabras: personalidad y cercanía. Los bodegueros son la clave fundamental del proyecto de Castes y del éxito que ha tenido hasta el momento. Al fin y al cabo, es un escaparate en el que se muestra la buena relación de profesionales existente en Galicia.
La Feria también tiene un compromiso con la calidad, la idea es que participen proyectos que implican mucho esfuerzo y dedicación con vinos auténticos y con tipicidad, es decir, vinos con mínima intervención y mucha personalidad.
¿Qué planes de futuro tiene Castes?
Consolidarnos como un evento de referencia en el sector del vino. No aspiramos a que se convierta en una macro feria porque el formato no lo permitiría e, incluso, el evento podría perder su esencia. Por tanto, la idea no es crecer en expositores o en número de bodegas participantes, sino prolongarse en el tiempo y programar más actividades en distintas fechas. Por ejemplo, me gustaría crear sinergias con otras entidades para acercar el concepto a más personas y convertirnos en un evento de referencia tanto en Galicia como en España. El objetivo, como explicaba, es aumentar el conocimiento de la ciudadanía sobre el mundo del vino y asentar una cultura en torno a este sector en Vilagarcía de Arousa y en Galicia.
¿Qué más se puede hacer para acercar la cultura del vino a la sociedad?
Considero que tenemos que adaptar los mensajes para el consumidor final, ya que se ha creado un cierto estereotipo de profesionalización que envuelve al sector y que no permite que la ciudadanía conozca proyectos que realmente puedan interesarle. En mi opinión, las notas de cata sirven para un perfil muy profesional, pero cuando nos dirigimos a personas ajenas al sector hay que hablar de paisajes, climas, etc. Se trata de adaptar el lenguaje y evitar palabras más técnicas para hablar de sensaciones. Hace falta más formación y accesibilidad a la información.
¿Cuáles son las tendencias de consumo de vino actuales?
Por mi experiencia diría que cada vez hay más personas con curiosidad por el vino, que quieren probar productos distintos y que, por tanto, demandan la existencia de vinotecas especializadas. En Derby Vilagarcía cada vez recibimos a más grupos que quieren hacer catas personalizadas y entre amigos. Pero quizás todavía no hemos alcanzado a los perfiles más jóvenes, y es un reto que tenemos por delante. Más allá de modas, es palpable la firme apuesta del sector por los productos de calidad y el compromiso con vinos con más fluidez y con rasgos carismáticos.
